24 Feb EL DIQUE
Un océano contenido de lágrimas en el que podría ahogarse en cualquier momento.
Quizá por eso se iban escapando un poco cada día, mientras leía un libro o veía la televisión recostada, como si le sobrasen y sus ojos no pudieran retenerlas más.
Una lágrima mientras le daba el viento frío en la cara, una al pelar cebolla, otra al estornudar, las iba dejando caer poco a poco ante el inminente desbordamiento.
De repente una bandada de pájaros, un rugir de hojas entre los árboles, una carcajada olvidada, una palabra amable o un abrazo sincero abrían la compuerta y las hacían escapar tímidamente durante un instante.
Y la compuerta se cerraba de nuevo.
Pero el derrumbe del dique era ya inminente.
No Comments